La sembrada número uno del Abierto de Monterrey, utiliza su plataforma para introducir el conflicto que atraviesa su nación y enviar apoyo a su ejército.

El duelo entre la ucraniana Elina Svitolina y la rusa Anastasia Potapova en el Abierto de Monterrey significó más que el pase a la segunda ronda del torneo de tenis. Svitolina representando a su país a través de su vestimenta y Potapova sin hacer uso de su bandera nacional, cargaron simbólicamente con el conflicto bélico entre sus respectivos países.

Los tenistas ucranianos están jugando los partidos más difíciles que jamás hayan enfrentado, con la conciencia de que su nación está siendo invadida militarmente por Rusia. Elina Svitolina, sembrada número uno en el Abierto de Monterrey, se presentó el martes en el estadio GNP del Club Sonoma y venció en dos sets a Potapova por parciales de 6-2 y 6-1, en una hora y cuatro minutos de juego.

Una vez que convirtió el punto para partido, Svitolina golpeó su pecho y se acercó a dar la mano a Potapova protocolariamente. Cuando la cámara se acercó a grabarla, escribió "Ucrania" sobre la lente.

El motor de la número 15 del mundo es jugar por su país y por su ejército, al que donará las ganancias que obtenga en el Abierto.

"Mi misión es unir a la comunidad del tenis y apoyar a Ucrania, porque lo que estamos atravesando es algo horrible. Estoy convencida de que esta es mi misión y es por lo que estoy aquí jugando por mi país, dando lo mejor de mí y usando mi plataforma y mis recursos para introducir esto y tratar de invitar a la gente a que apoye a Ucrania", dijo a El Economista en la conferencia post partido.

Con informacion de El Economista, por Fernanda Vázquez, 2022.